Roldán y Ferragut
De MARINA BENITO 1ºA
En seguida se le anunció a Carlomagno que en Nájera había un
gigante del linaje de Goliat, llamado Ferragut, que había venido de las tierras
de Siria, enviado con veinte mil turcos por el emir de Babilonia para
combatirle. El no temía las lanzas ni la saetas, y poseía la fuerza de cuarenta
forzudos. Por lo cual acudió Carlomagno a Nájera enseguida.
Apenas supo Ferragut su llegada, salió de la ciudad
y los retó a singular combate, es decir un caballero contra otro. Entonces le
fue enviado por Carlomagno en primer lugar el dacio Ogier, a quien el gigante,
en cuanto lo vio solo en el campo, se acercó pausadamente y con su brazo
derecho lo cogió con todas sus armas, y a la vista de todos lo llevó sin
esfuerzo a la ciudad, como si fuera una mansa oveja. Pues medía casi doce codos
de estatura, su cara tenía casi un codo de largo, su nariz un palmo, sus brazos
y piernas cuatro codos, y los dedos tres palmos.
Luego
Carlomagno mandó a combatirle a Reinaldos de Montalbán, y en seguida con un
solo brazo se lo llevó a la cárcel de su ciudad. Después se envió al rey de
Roma Constantino y al conde Hoel, y a los dos al mismo tiempo, uno a la derecha
y otro a la izquierda, los metió a la cárcel. Por último se enviaron veinte
luchadores, de dos en dos, e igualmente los encarceló. Visto esto y en medio de
la general expectación, no se atrevió Carlomagno a mandar a nadie para luchar
con él.
Sin
embargo Roldán, apenas consiguió permiso del rey, se acercó al gigante,
dispuesto a combatirle. Pero entonces el gigante lo cogió con sólo su mano
derecha y lo colocó delante de él sobre su caballo. Y al llevarlo hacia la
ciudad, Rolando, recobradas sus fuerzas y confiando en el Señor, lo cogió por
la barba y en seguida lo echó hacia atrás sobre el caballo, y los dos al mismo
tiempo cayeron derribados al suelo. E igualmente ambos se levantaron de tierra
inmediatamente y montaron en sus caballos. Entonces Rolando con su espada
desenvainada, pensando matar al gigante, partió por mitad de un solo tajo a su
caballo. Y como Ferragut quedase desmontado y le lanzase grandes amenazas
mientras blandía en su mano la desenvainada espada, Rolando, con la suya,
golpeó al gigante en el brazo con que la manejaba y no lo hirió, pero le
arrancó la espada de la mano. Entonces Ferragut, perdida la espada, creyendo
pegarle a Rolando con el puño cerrado, golpeó en la frente a su caballo, y el
animal murió al instante. Finalmente a pie y sin espadas lucharon con los puños
y con piedras hasta las tres de la tarde.
Al
atardecer, Ferragut consiguió treguas de Roldán hasta el día siguiente.
Entonces concertaron que al otro día acudirían los dos al combate sin caballos
ni lanzas. Y acordada la lucha por ambas partes, cada uno regresó a su propio
albergue. Al amanecer del día siguiente llegaron a pie, cada uno por su parte,
al campo de batalla, como se había acordado. Ferragut llevó consigo la espada,
pero de nada le valió, pues Rolando se había llevado un bastón largo y
retorcido con el que le estuvo pegando todo el día y sin embargo no le hirió.
Hasta el mediodía y sin que a veces se defendiese le golpeó también con grandes
y redondas piedras que abundantemente había en el campo, y no pudo herirle en
modo alguno.
Entonces
conseguidas treguas de Roldán, vencido del sueño comenzó a dormir Ferragut. Y
Roldán, como cumplido caballero que era, puso una piedra bajo su cabeza para
que durmiese más a gusto. Ningún cristiano, pues, ni aun el mismo Roldán, se
atrevía a matarlo entonces, porque se hallaba establecido entre ellos que si un
cristiano concedía treguas a un sarraceno, o un sarraceno a un cristiano, nadie
le haría daño. Y si alguien rompía deslealmente la tregua concedida, era muerto
enseguida. Ferragut, pues, cuando hubo dormido bastante, se despertó, y Roldán se sentó a su lado y comenzó a preguntarle cómo era tan fuerte y robusto que no
temía espadas, piedras ni bastones.
- Porque tan sólo por el
ombligo puedo ser herido, contestó el gigante.
Hablaba él en español,
lengua que Rolando entendía bastante bien. Entonces el gigante comenzó a mirar
a Rolando y a preguntarle así:
- Y tú, cómo te llamas?
- Roldan contestó
este.
- De qué linaje eres que
tan esforzadamente me combates?, preguntó.
Y Rolando dijo: Soy
oriundo del linaje de los francos.
Y Ferragut instistió: De
qué religión son los francos?
Y respondió Rolando:
Cristianos somos, por la gracia de Dios, y a las órdenes de Cristo estamos, por
cuya fe combatimos con todas nuestras fuerzas.
Entonces, al oir el
nombre de Cristo, dijo el pagano: Quién es ese Cristo en quien crees?
Y Rolando exclamó: El
Hijo de Dios Padre, que nació de virgen, padeció en la cruz, fue sepultado, de
los infiernos resucitó al tercer día y volvió a la derecha de Dios Padre en el
cielo.[…]
- Entonces, concluyó
Ferragut, lucharé contigo, a condición de que si es verdadera esa fe que
sostienes, sea yo vencido, y si es falsa, lo seas tú. Y el pueblo del vencido
se llene eternamente de oprobio, y el del vencedor en cambio de honor y gloria
eternos.
- Sea, asintió Rolando.
Y así se
reemprendió el combate con mayor vigor por ambas partes, y en seguida Rolando
atacó al pagano. Entonces, roto el bastón de Rolando, se lanzó contra él el
gigante y cogiéndolo ligeramente lo derribó al suelo debajo de sí. Inmediatamente
conoció Rolando que ya no podía de ningún modo evadirse de aquél, y empezó a
invocar en su auxilio al Hijo de la Santísima Virgen María y, gracias a Dios, se
irguió un poco y se revolvió bajo el gigante, y echó mano a su puñal, se lo
clavó en el ombligo y escapó de él.
Entonces el
gigante comenzó a invocar a su dios con voz estentórea, diciendo: Mahoma,
Mahoma, dios mío, socórreme que ya muero. Y en seguida, acudiendo los
sarracenos a estas voces, le cogieron y llevaron en brazos hacia la ciudad. Rolando,
empero, ya había vuelto incólume a los suyos. Entonces los cristianos, junto
con los sarracenos que llevaban a Ferragut, entraron en brioso ataque en la
ciudadela que estaba sobre el poblado. Y de esta manera murió el gigante, se
tomó la ciudad y el castillo, y se sacó de la prisión a los luchadores.
[...]
PREGUNTAS
COMENTARIO
DE TEXTO :
A)
CONTENIDO
DE TEXTO :
1-
Localiza
las palabras del texto que hagan referencia al tiempo y al lugar en los que se
desarrolla la historia
B)
PERSONAJES
:
2-
2.a. - ¿ Quién era Roldan y que
representaba ?
2.b. – Describe físicamente a Ferragut
. ¿Cuál es su punto débil? Recuerdas algún personaje de la antigüedad (real o
ficticio) que tuviera algún punto débil?
2.c. – En el texto se cita a un
personaje histórico importante . Señala quién es y busca información acerca de
él.
3-¿Qué dos religiones aparecen representados
en el texto?, ¿Por qué?
4-
Señala algún argumento que utilice Rolando para convencer a Ferragut de la superioridad de su fe.
5- ¿Qué quiere decir “respetar una
tregua”?
6- ¿Con qué propósito acude
Carlomagno a Nájera?
7- Busca información sobre los
otomanos y los turcos.
8- ¿Qué número de soldados aparecen
citados en la leyenda?
9- ESTRUCTURA : Señala las partes del texto
y resume cada una en una
frase breve.
10 – Localiza en un mapa los lugares
citados. (Nájera, Babilonia , Roma , Dacia y Siria )
C)
CARACTERISTICAS
DE LAS LEYENDAS
1-
¿Qué
características propias de los héroes aparecen destacadas en la leyenda?
2-
Indica la diferencia entre los elementos
reales y los elementos fantásticos
citados en el texto.
3-
¿Con
qué propósito se escriben las leyendas?
¿Con qué propósito se escribió esta en concreto?
D)
CONOCIMIENTO
DE LA LENGUA :
1-
Señala
los nombres propios que aparecen citados en el texto.
2-
Señala
cinco nombres comunes que aparezcan en el texto.
3-
Señala
cinco adjetivos calificativos en la primera parte del texto.
4-
Extrae
de la leyenda cinco formas verbales diferentes y analízalas.
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